lunes, 2 de mayo de 2016

Barcelona sufre los peores atascos de España

Un estudio de INRIX muestra el tiempo perdido en los atascos entre diversos países y ciudades del mundo. Londres tiene el dudoso honor de encabezar esta estadística, sufriendo sus conductores de media hasta101 horas metidos en un atasco durante 2015. Le siguen las ciudades estadounidenses de Los Ángeles (81 horas), Washington DC (75), San Francisco (75), Houston (74) y Nueva York (73).

En Europa, es la ciudad alemana de Stuttgart y la belga de Amberes las que se sitúan justo por detrás de Londres. Ninguna ciudad española aparece en el top 15.


Por países, España tampoco figura entre los que más atascos soporta, situándose por debajo de Reino Unido, Alemania, Francia o Italia. Sin embargo, y según INRIX, es el segundo año consecutivo con crecimiento en las retenciones. Dicho incremento se explica por causas económicas: mayor actividad y crecimiento económico, caída en los precios del combustible, así como por una mayor demanda de desplazamientos por carretera.

En España, se sufren relativamente menos atascos pero, se tiende a la convergencia -en este caso negativa- con el resto de Europa.


A su vez, Barcelona se sitúa como la ciudad española con un mayor nivel de congestión de tráfico. Durante el pasado año sus conductores perdieron hasta 28 horas, y lo que es peor, con un incremento de 2,7 horas o un 11% sobre 2014, muy por encima del resto.


Otras fuentes confirman lo anterior. El SCT -Servicio Catalán de Tráfico- estima que los atascos se han incrementado en la ciudad condal un 75% durante los dos últimos años, mientras que el informe TomTom Traffic también sitúa a Barcelona como la ciudad con mayores congestiones de circulación.

¿A qué puede deberse que Barcelona soporte más atascos y cada vez mayores? Según declaraciones de la Fundación RACC (Real Automóvil Club de Cataluña), recogidas por INRIX en su informe sobre España, "no es una sorpresa que Barcelona haya experimentado el mayor crecimiento de los niveles de tráfico de toda España. Durante muchos años, Barcelona no ha invertido en infraestructura y sistemas de transporte público".

Por el contrario, mientras los atascos se incrementan en Barcelona éstos bajan en Madrid pese a disfrutar de una recuperación de la actividad, sino igual, sí similar. El propio consejero delegado de INRIX afirma que "la caída en los niveles de tráfico en Madrid muestra el impacto que la modernización de infraestructuras y sistemas de transporte tienen sobre el tráfico".Un aspecto a considerar como posible causa de la congestión circulatoria es el número de vehículos que puede llegar a circular a diario. Medido sobre su población, Barcelona tiene 350 vehículos por cada 1.000 habitantes, la menor ratio entre las principales ciudades españolas e inferior a los 459 de Madrid. No tiene, por lo tanto, un parque automovilístico excesivo.


De hecho, Cataluña también se sitúa entre las comunidades con un menor número de vehículos, con 447 turismos por cada 1.000 habitantes , al contrario que en Baleares, con 578, o la Comunidad de Madrid, con 509.


Otro indicador relevante es la demanda de transporte público. En Barcelona, el número de usuarios de metro ha crecido un 3,1% desde 2012, por encima del resto de urbes que disponen de este servicio, con la excepción de Sevilla.

Sin embargo, la capital andaluza no es un caso comparable, entre otras razones porque el uso del metro es relativamente inferior al del autobús y porque tiene un nivel de utilización -viajeros al año por habitante- de apenas un 0,2%, muy por debajo de Barcelona con un 1,9%. La ratio de Barcelona está en línea con otras ciudades con un elevado uso de la red de metro como Madrid o Bilbao.


En el caso del transporte por autobús -cuyo nivel de utilización en Madrid o Barcelona es la mitad respecto del metro-, en Barcelona el incremento es del 4,7%, el doble que en el resto de ciudades que disponen también de una red de metro.


Una mejor dotación en infraestructuras de carreteras o de transporte público puede no ser siempre la solución adecuada. Desde Nada es Gratis, por ejemplo, se proponen diversas alternativas. A su vez se hace referencia a un estudio sobre el tráfico en Estados Unidos, donde se propone como alternativa los peajes por acceso -la solución que se ha implementado en Londres-.

En el caso concreto de los peajes y Barcelona, el diagnóstico de la Fundación RACC es que "la expansión de autopistas de peaje durante los últimos doce meses también ha repercutido en el aumento en la congestión del tráfico". Se trataría en su caso de revisar los peajes en autopistas y contemplar el peaje de acceso. Considerando la poca popularidad de los peajes, sobre todo en Cataluña, sería una medida compleja de ejecutar.

Otra posible solución sería limitar el acceso a las ciudades, como se ha propuesto como opción para la ciudad de Madrid, pero podrían causar más problemas que soluciones al pasar al extremo de prohibir sin ofrecer una alternativa al usuario.

En definitiva, es posible que no exista una solución mágica general y que como alternativa sí pueda haber una solución particular para cada ciudad a partir de características como su orografía, nivel de renta o situación de los centros de trabajo respecto de los residenciales.

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