martes, 6 de agosto de 2013

Los transportistas navarros plantan cara a los peajes que propone Gipuzkoa


Anuncian que plantarán cara a los peajes que prevé implantar Gipuzkoa para el tráfico pesado en todas las rutas que la unen con Navarra, como la A-15, la N-I y la N-121-A, pero confían en que no se llegarán a aplicar. Los transportistas navarros rechazan frontalmente el proyecto hecho público el martes por la Diputación guipuzcoana, que tachan de "discriminatorio, desmedido e inasumible".

Como ejemplos prácticos, los camiones que crucen a Gipuzkoa por la N-I (Etxegarate) y deban circular en dirección a Francia, pasando por los peajes de Iurre, Legorreta, Alegia, Irura, Villabona y Hernani, pagarán entre 7,15 y 7,94 euros (dependiendo del tipo de camión), mientras que aquellos que lo hagan por la A-15 y crucen los peajes de Belabieta, Andoain y Hernani abonarán entre 4,38 y 4,87 euros. El peaje previsto en la N-121-A, en Endarlatsa, costará entre 0,83 y 0,92 euros.

El secretario general de ANET (Asociación Navarra de Empresario de Transporte), Jaime Villanueva, considera "las cifras que han salido a la luz como absolutamente desmedidas e inasumibles para un sector que está muy dañado. Esta medida va a suponer un aceleramiento del deterioro tan tremendo que sufre el sector".

Según Villanueva, "la medida carece de sentido, más que nada por la unilateralidad con la que se ha tomado. Es inaudito que una decisión de este calado pueda tomarse de forma unilateral y arbitraria, por las implicaciones que tiene, a veces no previstas. No solo desde el punto de vista de la recaudación presupuestada y real, sino también por otras consecuencias no previstas o más difíciles de incorporar en los cálculos, como las consecuencias sobre la seguridad vial y del medio ambiente que tendrán los cambios en los flujos de transporte, desde vías más seguras y de mayor capacidad, con peajes más altos, hacia otras, más económicas pero con menores niveles de seguridad".

En ese sentido, para Villanueva "no es lógica la aplicación de peajes en una vía como la N-I, ya que no es una infraestructura de calidad, ni de seguridad, ni ofrece los servicios necesarios para facilitar el transporte, ya que los conductores están obligados a cumplir una estricta normativa de tiempos de conducción y descanso, y no cuentan con las áreas adecuadas para cumplir estos periodos de descanso obligatorios".

Aunque el proyecto impulsado por Bildu aún debe ser aprobado por las Juntas Generales, los transportistas también temen que "abra la caja de los truenos, ya que todas las arcas de las administraciones están con grandísimas dificultades, no solamente la guipuzcoana, y podría significar la puesta en marcha de otras acciones similares en otras comunidades. Es decir, volver al sistema de arbitrios existente hace 50 años".

Al igual que Villanueva, el coordinador de Tradisna (Asociación de Transportistas Autónomos de Navarra), Toni Monzó, advierte que "el transporte ya soporta bastantes costes", por lo que se opone a cualquier canon "sea de la cuantía que sea". "El Comité Nacional del Transporte ya se ha pronunciado al respecto, porque estos peajes son discriminatorios con el tráfico de personas. Es descabellado", recalca.

Por eso anuncia que "en cuanto el anteproyecto esté sobre la mesa vamos a alegar, como ya hicimos hace tres años, y procuraremos hacerlo de mano del Gobierno de Navarra. Por el momento no están planteadas movilizaciones y acciones de protesta, pero llegado el caso ya veremos qué pasa".

En cualquier caso, Monzó confía en que "se pueda tumbar el plan, pero si no lo paramos ahora, habría que ver si la puesta en vigor supone una extralimitación de las funciones de Gipuzkoa", señaló, al tiempo que destacó que su implantación convertiría las conexiones por carretera entre Navarra y Gipuzkoa en un "embudo" y "el flujo de transporte, evidentemente, se vería alterado, porque las vías más económicas, como la N-121-A, atraerían más tráfico".

Noticias de Navarra.com 01/08/2013

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