viernes, 2 de agosto de 2013

Advierten del riesgo de los tres peajes de la AP-53 sin personal


La empresa Acega, concesionaria de la autopista AP-53 de Santiago a Dozón, despidió recientemente a una decena de empleados y dejó sin gente los servicios de peaje de Bandeira, Ribadulla y Silleda. Y, además de sin personal, a veces quedan desguarnecidos los servicios de apoyo de la empresa. Mientras que la Xunta exigió a la concesionaria de sus autopista mantener como mínimo a una persona en los puntos de peaje, el Ministerio de Fomento se ha lavado las manos en el caso del tramo Santiago-Dozón.

Pero quizá no sean los únicos peajes sin cobradores ya que, según los representantes del personal, los de Lalín y Santiago están preparados para seguir el mismo camino. Este medio no ha podido confirmar esa intención con Acega. Lo que se apunta es que, si no existen graves problemas con los peajes en donde se suprimió el personal, los demás puntos estarán en la misma situación. Acega es consciente de que Fomento no ha puesto pegas por el momento a las decisiones adoptadas.

Los representantes del personal de la concesionaria se han entrevistado con los responsables municipales de Lalín y Silleda, así como con parlamentarios como Xosé Sánchez Bugallo, a fin de que medien con el objeto de presionar al Ministerio para que no se dejen sin al menos una persona los peajes de Ribadulla, Bandeira y Silleda.

En su momento, Acega indicó que la compañía dispone de personal de apoyo en caso de que sea necesaria cualquier asistencia en los peajes correspondientes. Esos empleados acuden cuando son requeridos y, obviamente, no llegan al momento ni mucho menos. A veces, por estar en un punto alejado, tardan incluso media hora en hacer acto de presencia, según señala Francisco Parga, que pertenece a ese equipo de asistencia y afirma habérsele producido una eventualidad como esta.

Peor aún, hay veces que en el servicio no hay nadie en un determinado momento y, si surge una necesidad de atención técnica o un percance, nadie puede desplazarse al punto donde radica el problema, señala Parga. Ocurren incidentes y accidentes. Los representantes de la plantilla refieren que dos señoras resultaron dañadas en dos percances distintos en peajes automatizados y sin personal. En ambos casos se les cayó la barrera encima. Una de las damnificadas tuvo que recibir asistencia médica.

Más de una vez ha habido cruces de animales por la autopista y han provocado serios problemas a los conductores. «Eu tiven que desprazarme unha vez porque un xabarín cruzou a autoestrada e danou o coche dun conselleiro. E o único que se lle ocurriu a esta persoa foi pedir que lle mandaran outro coche en vez de preocuparse por reclamar medidas de seguridade», señala Francisco Parga. El cruce de unos perros sueltos provocó el pasado año la muerte cerca de Lalín de un niño de diez años, un caso fatídico cuyo juicio se celebrará en septiembre. 

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