martes, 16 de abril de 2013

El concurso de las autopistas complica su nacionalización

La nacionalización de las autopistas en crisis en una posible ENA (Empresa Nacional de Autopistas) tiene visos de ir para "muy largo". La situación de concurso de acreedores en la que están inmersas algunas de estas concesionarias impide legalmente al Gobierno apropiarse de las acciones propiedad de las gestoras que hoy están en manos del juez de lo Mercantil que instruye el caso.

En ese sentido, Fomento negocia ahora con medio centenar de bancos y 23 constructoras accionistas de las mismas y entre las que están Abertis, ACS, Isolux, Ferrovial, Sacyr, Globalvía... la creación de esta empresa nacionalizada y en la que la Sociedad Estatal de Infraestructuras (Seiit) tomaría el control. El Gobierno tiene prisa para solucionar el "desaguisado" de las autopistas, como lo calificó la ministra de Fomento, Ana Pastor, y que dejaría un agujero inasumible superior a los 4.000 millones de euros.


Pero queda la más difícil; queda por definir cómo se reparte este paquete entre Fomento y las constructoras que no están dispuestas a aceptar la propuesta hecha por el Gobierno, por la que la Seitt asumiría el 80% del capital de la nueva ENA. Ello supondría valorar sus inversiones (1.800 millones de euros) en sólo un 20%.

Las constructoras han sacado pecho con una propuesta que pasa por quedarse con el 49% de la nacionalizada y perder sólo la mitad de la inversión. "Los bancos están forzando la negociación, pero esa opción tampoco es posible en las concesionarias, que ya se han acogido a la figura de la antigua suspensión de pagos", dice una fuente cercana a la negociación.

Otro problema añadido a la falta de entendimiento con las empresas concesionarias de estas infraestructuras es la dificultad para poner de acuerdo a la banca y, en especial, a las entidades extranjeras. "Los bancos españoles están más comprometidos con la búsqueda de una solución, pero no pasa lo mismo con todas las firmas involucradas en las negociaciones que tienen sede fuera de España", aclara otra fuente consultada.

En concreto, entre las concesionarias en concurso están las gestoras de la Radial 4, Radiales 3 y 5, la Madrid-Toledo (AP-41), la Ocaña-La Roda (AP-36) y Cartagena-Vera (AP-7)-. El resto de vías con serios problemas son la Radial 2 gestionada por Henarsa (Abertis y ACS); la circunvalación de Alicante de Ciralsa (ACS, Abertis y Globalvía) y la M-12, la autopista Eje Aeropuerto (OHL) que une la capital con Barajas y que aporta una deuda de 280 millones de euros en manos de Banesto, Bankia y RBS.

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