miércoles, 20 de junio de 2012

120 millones de euros

Escribo esta entrada cuando el pánico por la subida récord de la Prima de Riesgo ha pasado. Cuando los mercados se apaciguan por el rumor de la compra de deuda patria porel BCE. Por el fin de la reunión de los del G-20 que tanto se llevan y tan poco nos dejan. Escribo estas palabras por tan sólo 120 millones de euros, que al lado del primer "Rescate" o como el Sr. Presidente ha llamado eufemisticamente, "Línea de Crédito", que en la Neolengua queda como una cosa más profesional y menos preocupante, no da ni para cubrir el agujero de la banca española.
Escribo sobre los los 120 millones de euros que le deben sobrar a la Sra. Aguirre de alguna consejería a la que ha disminuido el presupuesto, como al de Sanidad o al de educación, por citar algunos de los más populares; Que esos 120 millones de euros saldrán del recorte del 3, del 4 o del "váyase usted a saber" tanto por ciento, que ha decido hacerse al salario de los funcionarios.
Escribo sobre los 120 millones de euros que al Consejero de Hacienda, Don Percival Manglano, le deben sobrar de vender como señorita de compañía, a la comunidad de Madrid como sede de la nueva "Sodoma y Gomorra"  a un empresario al que le interesa cambiar leyes sobre prostitución, juego y tabaco. Son los 120 millonesde hipocresía de la derecha, que permiten cosas pecaminosas siempre y cuando el domingo puedan asistir a limpiar sus pecados y no se le toque el IBI al Obispoque se dedica a insultar a mitad de la población, mientras de paso, anima a marcar la X.
Escribo sobre los 120 millones de euros que como goles nos meten por la escuadra desde el comienzo de la crisis pero que quedan olvidados por las sesiones de noventa minutos y de veinticuatro horas de color rojo que dejan en estado comatoso al españolito, porque en la tele, en la prensa, en la radio y hasta en las hamburguesería dicen que "la roja" somos todos, pero los que juegan más, que se llevan su dinerito y lo ingresan en sus cuentas que luego no declaran a Hacienda.
Escribo sobre los 120 millones de palabras que se nos olvidan cuando vemos la televisión, escuchamos la radio u hojeamos el papel couché sobre la obra, vida y milagros de la familia Real, de la hija de la mujer de aquel torero-cantante-político-u-hombre de vida ejemplar, y que nos dejan la sensación que la vida de aquellos no es mejor que la nuestra.
Escribo en definitiva de los 120 millones de Euros que servirán para costear otra obra faraónica como la RM-1, que se llevarán las constructoras concesionarias que ganaron mucho durante la burbuja inmobiliaria y que hoy, como nuevos ricos venido a menos, mendigan por las administraciones públicas pidiendo ayudas a sus quebradas autopistas.
Escribo sobre los 120 millones de euros que son sólo eso, 120 millones.
 

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