martes, 28 de mayo de 2013

Las constructoras, contra la deuda: planean ventas por 7.000 millones

Al cierre de 2012 juntas sumaban un total de 21.476 millones de deuda y contaban con casi 30.000 millones en activos en sus cuentas. Hoy, atenazadas por los rigores financieros, ACS, FCC y Sacyr buscan su redención con la venta de negocios por valor de más de 7.000 millones de euros. Iguales en el fondo pero no en la forma, la carrera para sacudirse la presión ha comenzado y promete sacrificios.

Sin duda, la empresa más ambiciosa en sus objetivos está siendo ACS. El grupo que preside Florentino Pérez se aferró a las desinversiones el día que anunció pérdidas de casi 2.000 millones en 2012 (vinculadas en su mayoría a la pérdida de valor de su inversión en Iberdrola) y el mensaje ha calado en la confianza de los mercados. En apenas tres meses ha vendido la división de aeropuertos de Hochtief por 1.100 millones de euros y los activos de fibra óptica de Leighton, la filial australiana del grupo constructor germano, por 500 millones.

Pero la lista de desinversiones es amplia y aún podría ingresar más de 4.000 millones si vende todo lo que tiene en el mercado. Y es que una deuda de casi 5.000 millones al cierre de 2012 aprieta demasiado fuerte como para perderse en titubeos. Más aún cuando para consolidar esa cantidad y reducirla hasta el objetivo de 3.000 millones es necesario enajenar activos con deudas aparejadas que en algunos casos alcanzan casi el valor de su posible venta.

Algo que sucede con sus parques eólicos y plantas termosolares, los cuales, según varios analistas, estarían valorados en cerca de 2.500 millones con una deuda vinculada de 2.170 millones, por lo que su venta al completo dejaría un ingreso extraoridinario de alrededor de 340 millones. Aquí, no obstante, los cambios legislativos que se avecinan (para dentro de unas semanas se espera un recorte de 1.000 millones en las ayudas públicas a las energías renovables) hacen que estas valoraciones tengan un perfil marcadamente volátil.

En cuanto a las autopistas puestas en venta, el foco se centra sobre dos especialmente. Una es el Eje Diagonal en Cataluña, donde la inversión para su construcción fue de 250 millones, y la otra la Autopista de los Pirineos, con un coste de obra de más de 350 millones. Así, atendiendo al capital invertido, estas son las cantidades que, según los expertos, podría conseguir ACS.

Sobre las líneas de transimisión eléctrica que el grupo aún tiene en Brasil y que han sido consideradas como no estratégicas, éstas podrían ser traspasadas por una cantidad cercana a los 180 millones de euros. El año pasado ya se desprendió del grueso de estas estructuras gracias a un acuerdo de 750 millones con la empresa china State Grid.

Otros activos que tampoco están relacionados con el core business son las dos desaladoras que tiene en propiedad. En concreto, según ACS, dos instalaciones de este tipo estarían en venta, lo que apunta directamente a la participación del 50% que ostenta en la planta argelina de Beni Saf y de la Escombrera en España. En este caso, los analistas las han valorado en función del capital invertido en ellas, que casi alcanza los 280 millones de euros.

Otros activos susceptibles de venta son la participación del 17% que atesora en Xfera (200 millones); la división de servicios de Hochtief, valorada en 170 millones de euros según varios medios alemanes, y, por último, otros activos inmobiliarios como la actual sede de Dragados que, sin bien no tiene el cartel de se vende colgado oficialmente, sí que se están escuchando ofertas.

Otra de las constructoras empecinada con afán en la venta de activos es FCC, que ya en su plan estratégico hasta 2015 lo dejaba bien claro. Las desinversiones previstas en el periodo sumarán 2.200 millones y ya hay una que podría cerrarse próximamente. Se trata de la venta del 50% que posee en Proactiva (servicios urbanos en México) por unos 260 millones. Dentro de esta área de actividad, la compañía que dirige Juan Béjar desde comienzos de año también planea la venta de FCC Logística y Cemusa, ambas dentro del grupo Versia.

Pero, de todos los activos transferibles, sin duda es la división de energías renovables la que más valor podría alcanzar en el mercado, cercano a los 900 millones. En este caso, como sucede con ACS, el problema viene por la incertidumbre de la que adolece este mercado, al que los sucesivos cambios legislativos lo han convertido en impredecible. En cuanto a Realia y Globalvia, el valor en libros de una y otra es de casi 140 millones y 424 millones por el 30% y el 50%, respectivamente, que controla FCC.

Por último, Sacyr. La empresa que dirige Manuel Manrique es la que, a priori, lo tendría más complicado. De las tres empresas analizadas tiene la mayor deuda, 8.640 millones (perfectamente estructurada) y el menor resultado bruto de explotación (506 millones). Además, es la constructora que menos activos ha dispuesto para la venta.

De momento sólo tres, la Torre Adria en París (450 millones), la división de Agua de Valoriza, la cual se estima que podría tener un valor de 300 millones, y el 15% que mantiene en Itínere, valorado en 350 millones. Aunque, eso sí, no descarta vender otras concesiones que se consideren maduras y no formen parte del core business.

El Economista.es 27/05/2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario