viernes, 11 de enero de 2013

El rescate de la M-50 evitaría la quiebra de las autopistas de peaje

"Nunca tantos (los españoles) pagaron tanto (1.599 millones de euros) a tan pocos (los expropiados y sus abogados)", dice sin tapujos el director general de Accesos a Madrid, José Antonio López Casas, propietario de la R-3 (Madrid-Arganda) y la R-5 (Madrid-Navalcarnero), y que tiene muy claro que "la fiesta de las autovías de peaje la vamos a pagar todos". En ese sentido, han propuesto al Ministerio de Fomento que, o busque soluciones a la crisis, o que se quede con la M-50.
"Eso solucionaría nuestro problema porque sólo el coste de las expropiaciones de esta vía se come más del 60 por ciento de nuestra deuda total", justifica. Con una deuda bancaria de 640 millones de euros y 390 millones pendientes de pago por expropiaciones, los accionistas de la concesionaria (Abertis, Sacyr, Bankia y ACS) han tirado la toalla y se han acogido a concurso de acreedores.

La M-50, totalmente gratuita y con 90 kilómetros de longitud, es el anillo de circunvalación de la capital de España. La otra propietaria de la vía es Madrid Sur (Cintra y Sacyr, entre otras). Los importes previstos para expropiaciones en las concesiones de Henarsa (40 millones de euros) y Accessos (otros 40 millones) se convertirán al final en casi 1.600 millones de euros.
En el caso de la M-50, su construcción se hizo sin coste para las arcas públicas, ya que fue un canon del Gobierno a los adjudicatarios de las radiales. "Asimismo, el riesgo, porque las previsiones eran muy distintas, y contábamos con recuperar los ingresos generados por los peajes", dice el director general de Accesos a Madrid. La lectura hoy es otra, y las radiales van siempre de vacío: su tráfico es un 30 por ciento menos de los previsto.
López Casas está convencido de que esos tráficos no se van a recuperar en la vida debido a la crisis económica de los españoles, a la subida del precio del combustible y a la mala gestión y planificación del Gobierno, que permitió la construcción de vías paralelas gratuitas. Pero la guinda de este desastre lo ponen las expropiaciones.
Según sus cuentas, de los 40 millones de euros que calculó el Ministerio de Fomento, en su caso, "al final tenemos que pagar 640 millones", dice indignado el directivo, que da un consejo al Gobierno en un documento entregado el pasado mes de junio. "Ponga en valor nuestra infraestructura o quédese con ellas".
La rabieta de Accesos a Madrid viene documentada con cifras. "En el caso de dos fincas ubicadas en el municipio de Alcobendas, y que estaban valoradas en el anteproyecto de la Administración a 2,35 euros el metro cuadrado, se valoran por el Jurado Provincial de Expropiaciones a 102,07 euros el metro cuadrado". López Casas calificó de disparate esta cuantía para "unos terrenos baldíos, un erial que no vale nada".
No es el único ejemplo. En la retasación, el tramo de Leganés ha pasado de 46,82 a 94,28 euros el metro cuadrado. O de 33,47 a 60,78 en una segunda retasación de Paracuellos de Jarama. Un "ruinoso negocio" que afecta a unos 400 expropiados. "Lo tenemos recurrido, pero la connivencia de jurados y magistrados ha complicado todo y nos lleva a la situación actual con el consiguiente perjuicio de los contribuyentes", acusa el director general, que insiste en que el rescate de la M-50 puede ser la solución.

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