sábado, 17 de diciembre de 2011

Lo innecesario también lo pagamos: La Autopista Cartagena - Vera.

Comienzos del año 2000, y la fiebre constructora en España comenzaba a dispararse. Uno de los lugares más jugosos para la especulación inmobiliaria era la costa, y si era una costa poco explotada como la Costa Cálida, mejor que mejor. Así que, a alguien, pensando en el pelotazo, y en que el gran desarrollo urbanistico en esta zona necesitaría de una gran vía de comunicación, se le ocurrió la idea de la Autopista de la Costa Cálida.  
De esta manera, la empresa Autopista de la Costa Calida Concesionaria Española de Autopistas, S.A., AUCOSTA, se constituyó en el año 2004 siendo su objeto la construcción, conservación y explotación de la Autopista de peaje AP-7 Cartagena-Vera.
La publicación de la adjudicación de la concesión tuvo lugar el día 14 de febrero de 2004. El periodo de concesión sería de 36 años a partir de esa fecha, y la construcción de la Autopista comenzó en el mes de noviembre del año 2004.
Las obras fueron ejecutadas por la Unión Temporal de Empresas "Autopista Cartagena-Vera", formada por Ploder, S.A. y FCC Construcción, S.A. y consistieron en la construcción de dos calzadas de 7,0 m. con arcenes exteriores e interiores y mediana, a lo largo de 97,7 Km. más 17,3 Km. correspondientes al tramo que circunvala Cartagena.




La Autopista de peaje transcurriría por la Comunidad Autónoma de Andalucía y por la Región de Murcia. En la provincia de Almería por los términos municipales de Vera, Antas, Cuevas del Almanzora y Pulpí. En Murcia por los de Águilas, Lorca, Mazarrón, Fuente Álamo y Cartagena.
En el proyecto, tal como se presentó, la autopista constaría de 7 enlaces, 3 túneles dobles, 1 falso túnel y 11 viaductos sobre ramblas y 1 sobre el río Almanzora de vigas prefabricadas, además de numerosos pasos superiores e inferiores, centro de control y áreas de servicio. El túnel de la Loma de Bas con 1,850 Km. sería el mayor de la Región de Murcia.
Pero la Autopista, pese a que tuvo el apoyo de los gobiernos de las Comunidades Autónomas de Murcia y Andalucía, de los municipios por los que pasaría, cuyos alcaldes se frotaban las manos, del Gobierno central y de especuladores que ya veían como la Autopista revalorizaría sus terrenos y apartamentos, no se vio con buenos ojos ni por gran parte de los habitantes de las localidades por donde discurriría, ni por formaciones políticas como IU-LV, y ni por organizaciones ecologistas, como Ecologistas en Acción, que veían toda esta operación, y con razón, en una destrucción del litoral y en una forma de saquear con la excusa del turismo, sus poblaciones, en los que pocos ganarían mucho dinero y muchos pagarían las consecuencias.


Ecologistas en Acción cuestionó desde el primer momento la necesidad de esta autopista que atravesaría y malograría la Marina de Cope y el hábitat de especies tan importantes como la tortuga mora, impidiendo además de una adecuada gestión tanto de la Red Natura 2000 presente en Marina de Cope, como del propio Parque Natural Costero-Litoral declarado como tal en 1992.
Pero, cuando uno tras otro, los grandes planes urbanísticos de la zona, como el de Águilas o el de Marina de Cope se fueron desechando y cayendo en saco roto, los pronósticos no se cumplían, los especuladores huyeron y la autopista se quedaba sin usuarios. Además, lo que le dió la puntilla fue la construcción de la autovía entre el Campo de Cartagena y Alhama de Murcia, con una conexión a Mazarrón. La mayor parte del tráfico costero procedente de Torrevieja y Alicante tenía una vía de continuidad gratis hacia Almería por el interior, además de la autovía estatal entre Murcia y Lorca.




Cuando se realizaron los primeros estudios, se esperaban unos 9.000 vehículos diarios (estudio del 2007). Sin embargo, en ese mismo año la media de vehículos/día fue de 1.949. En el 2011, el número medio de vehículos que circularon diariamente en enero fue de 1.365, y en el mes de agosto, el mes de mayor uso, el número medio de vehículos/día fue de 3.042. En comparación con el año 2010, el uso de la Autopista fue de un -7'10%, es decir, circularon aún menos vehículos.

Así, a estas alturas del 2011, la deuda de AUCOSTA asciende a 550 millones, con vencimiento en diciembre de 2012. Entre los acreedores destacan Santander, Banesto, Unicaja, Popular, RBS y Ahorro Corporación. Y, por tanto, la quiebra de la empresa concesionaría de esta autopista ha llegado, y no porque, como el número de usuarios haya caído a causa de la crisis, sino porque esta autopista, al igual que otras muchísimas infraestructuras que crecieron a la sombra de la burbuja inmobiliaria, nunca fue necesaria.
Por tanto, otra autopista al borde de la quiebra que, tal como se ha visto en situaciones anteriores, será rescatada con el erario público, al cual, ya hay voces que se oponen.


Sin embargo, y aquí viene la paradoja, es que costaría más cerrar la autopista, por los gastos de mantenimiento que hay que afrontar, que tenerla abierta en estas condiciones, en las que el paso de vehículo es seis veces inferior a lo que se había previsto en el año 2007. Si permanece abierta, al menos se garantizan unos ingresos, aunque sean mínimos.  Pero, en definitiva, haga lo que se haga, el gobierno central pagará por la infraestructura.





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